LEYENDAS…El eterno Giuseppe Meazza

Fue uno de los primeros grandes futbolistas no sólo del fútbol italiano, sino mundial, el gran Giuseppe Meazza, un hombre con el cuál Italia comenzó a forjar su gran historia futbolística.

Nacido en Milán un 23 de Agosto de 1910, Giuseppe tuvo una infancia muy difícil, marcada por la muerte de su padre durante la 1ª Guerra Mundial, tenía solo 7 años, y fue su madre quién tuvo que tomar las riendas de su casa.

El joven Meazza jugaba por las calles de su barrio de Porta Vittoria, muchas veces descalzo, porque su madre no podía comprarle un par de zapatos para jugar al fútbol.

A los 12 años se integró al Gloria F.C., mientras que a los 14 tuvo la posibilidad de probarse en el Milán, pero no logró quedar, ya que no tenía un físico adecuado. Pero el joven Giuseppe no se rindió, meses después probó en el Inter y allí si tuvo fortuna.

El 12 de Septiembre de 1927 sería un día muy especial para él y su familia, ya que haría su debut en el primer equipo del Inter, en un partido por la Coppa Volta, anotando 2 tantos en su estreno.

En su primera temporada jugó 33 partidos y anotó 11 goles, «il bambino» demostraba sobre el campo una personalidad increíble pese a su corta edad, y los aficionados ya comenzaban a idolatrarlo.

Al año siguiente el Inter se fusiona con el US Milanese, y de allí surge el Ambrosiana. Con el club neriazzurri conseguiría 3 Scudettos, 1930, 1938 y 1940, siendo máximo anotador de la Liga en 1930, 1936 y 1938, también fue campeón de la Copa Italia en 1939.

Fueron 13 años ininterrumpidos jugando al máximo nivel en el Inter-Ambrosiana, hasta que en 1940 ficha por el eterno rival, el AC Milán, donde estaría durante dos temporadas. En 1942 se marcha a la Juventus, en 1943 ficha por el Varese y en 1944 por el Atalanta, donde hacía las veces de jugador y entrenador; regresar al Inter en 1946, para ser también jugador-entrenador, retirándose de la práctica activa en 1947.

Además de Atalanta e Inter, como entrenador pasó por el Besiktas de Turquía, el Aurora Pro Patria de su país, y la selección italiana, la cuál dirigió durante 1952 y 1953.

Con la «nazionale», Meazza fue el estandarte para el bicampeonato de 1934 y 1938, en él giraba todo el fútbol de aquel gran equipo de don Vittorio Pozzo.

El 9 de Febrero de 1930 debuta en un amistoso ante Suiza en Roma, ingresó al campo de juego y en solo 3 minutos anotó 2 goles, de allí en más no salió del equipo. En Marzo fue nuevamente convocado ante Alemania y convierte otro gol, y en Mayo se despacha con un «hatt-trick» ante Hungría.

En el Mundial de 1934 disputado en su país, Meazza anota un tanto en el estreno goleador 7-1 ante Estados Unidos., mientras que en Cuartos de Final logra anotar el único tanto con el cuál Italia vence a España 1-0 en el desempate.

El equipo italiano vencería a Austria 1 a 0 en semifinales con gol de Enrique Guaita, y en la final 2-1 a Checoslovaquia con anotaciones de Raimundo Orsi y Angelo Schiavio en la prórroga. Italia se consagraba por primera vez campeón del mundo, y Meazza estuvo incluido en el 11 ideal del torneo.

Cuatro años después en París, Italia volvía a consagrarse como el mejor, tras vencer en la final a Hungría 4 a 2, con dobletes de Gino Colaussi y Silvio Piola.

En su camino al partido decisivo, la azzurra derrotó 2-1 a Noruega, 3-1 a Francia en Cuartos y 2-1 a Brasil en semifinales, con un gol de Meazza de penalti. El gran capitán se daba el gusto de levantar el trofeo, Italia bicampeón del mundo. Meazza jugó 53 partidos con la selección, anotando 33 goles.

Si bien tenía grandes dotes de delantero centro, Pozzo lo utilizó como mediocampista ofensivo en el seleccionado, era el Arquitecto del equipo, en sus pies nacía el fútbol para abastecer a sus delanteros.

El 21 de Agosto de 1979 en la ciudad de Lissone, Meazza falleció a sus jóvenes aún 68 años. En conmemoración, los clubes Inter y AC Milán bautizan el Estadio de San Ciro como «Giuseppe Meazza», en honor a uno de los mejores jugadores italianos de todos los tiempos.

Antony Callero

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