La maldición de tocar la Copa

La Liga de Campeones de Europa es el trofeo más preciado para cualquier club del fútbol europeo. Ganarla significa tocar el cielo con las manos, es el momento sublime que cualquier equipo espera al comenzar el torneo.

Como todos los torneos, la Champions League (ex Copa de Clubes Campeones), ha recogido cientos de anécdotas desde su creación en 1955.

Cuándo los equipos saltan al campo de juego para disputar la final, el trofeo se encuentra en el medio del camino, y algún que otro futbolista se ha animado a tocarla de paso.

Pero con el tiempo se ha comprobado que tocar la Copa antes del partido trae mala suerte. Esto le ocurrió al futbolista francés Ludovic Giuly, jugador del Mónaco, que a poco de comenzar el juego final del 2004 saldría lesionado, además su equipo cayó en esa oportunidad 3 a 0 ante el Porto de Portugal.

Dos años después Giuly repetiría el plato, y tocaría la Copa al ingresar a jugar la gran final de la Champions League en la temporada 2005-06.

En esa oportunidad Giuly defendía al Barcelona, enfrentando al Arsenal de Inglaterra; sin embargo la suerte cambió para el francés, ya que el Barça venció 2 a 1 y logró su segunda consagración europea.

Otro caso es el del mediocampista italiano del AC Milán, Gennaro Gattuso, quién en la final de la temporada 2004-2005 también tocó la Copa antes de iniciarse el juego.

Su equipo posteriormente sufrió un duro revés al caer en los penaltis ante el Liverpool FC, en una muy recordada final, ya que su equipo iba ganando 3 a 0 en el tiempo reglamentario.

El último antecedente fue el del mediocampista ucraniano Anatoliy Tymoshchuk, ocurrió en la final de la edición 2011-2012 entre el Bayern Munich y el Chelsea. El futbolista del conjunto bávaro tocó el trofeo al ingresar al campo de juego.

Bayern Munich se consagraba campeón de Europa hasta el minuto 87, cuando estaba 1-0 arriba en el tanteador, pero sin embargo en ese minuto fatídico apareció el gol del marfileño Didier Drogbá para decretar el empate y llevar, el partido a una prórroga, y después a los penales. El Chelsea vencería en la definición desde los 12 pasos, y la maldición de tocar la pelota se volvía a hacer presente.

Quizás otros hayan tocado la Copa, y la historia finalmente se escribió de otra manera, creer o no en este tipo de supersticiones va en la personalidad de cada jugador. Igualmente, muchos seguramente después de haber escuchado de estos casos, no tendrán la tentación de hacer lo mismo cuando ingresen al campo de juego.

UEFA-Champions-League

Antony Callero.

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